Para realizar este dibujo lo primero que hice fue centrarme
en la parte principal que es el árbol situado en el centro del papel. Primero
realicé la forma de dicho árbol, utilizando un color verde base que también
use para rellenar el contorno, al igual que un verde oliva y un verde más
oscuro, que utilicé para la parte superior y la parte central final
respectivamente.
El tronco fue realizado con un tono malva, más marcado en
los bordes. En la base del tronco resalté más el verde del prado, usando
varios tonos con la intención de generar contraste.
Para realizar el prado en cambio, usé un tono verde oliva de
base en dirección horizontal, para luego aplicar una segunda base en dirección
vertical. Tras esto fui resaltando en un verde un poco más oscuro ciertos
tramos, repasando con este mismo color por encima de lo ya creado para intentar
mimetizar todos los tonos con el verde base de color oliva que ya había usado.
En el fondo apliqué un tono malva difuso, junto a los
árboles que aparecen a lo lejos y que presentan dos colores de verde: el oliva
y otro más oscuro para la zona correspondiente con las sombras.
Por último el cielo fue coloreado con un tono azul claro
difuso, que se mimetiza con las montañas coloreadas con un tono verde y
resaltadas en oscuro en los límites entre las montañas.
Innovación
La innovación principal se encuentra en el juego de los
colores que en comparación con el dibujo real son de un tipo diferente, aunque
de un mismo contraste.
El tronco fue realizado con un tono violeta en vez de
marrón. La montaña fue coloreada en vez del azul marino de la foto original con
un tono verde y el campo en donde se sitúan todos los árboles pequeños de color
malva, en vez de verde oscuro.
Opinión personal
Lo que más destaco de este dibujo es el hecho de haberlo
realizado con ceras solamente, pues normalmente estoy acostumbrada a utilizar
el lápiz de primera mano para luego colorear con las primeras.